Heráclito

Filósofo griego. Muy poco se sabe de la biografía de Heráclito de Éfeso, apodadoel Oscuro por el carácter enigmático que revistió a menudo su estilo, como testimonia un buen número de los fragmentos conservados de sus enseñanzas.

Las enseñanzas de Heráclito, según Diógenes Laercio, quedaron recogidas en una obra titulada De la naturaleza, que trataba del universo, la política y la teología –aunque probablemente esta subdivisión la introdujera una compilación alejandrina de los textos de Heráclito.

 


Concepciones y estudios

 

Según Heráclito todo fluye, todo cambia, nada permanece.“No podemos bañarnos dos veces en el mismo río”, dice en uno de los fragmentos que han llegado hasta nosotros. (Ni el río ni nosotros seríamos los mismos.) El devenir es el Principio de Todas las Cosas. Todo es fuego que se enciende y se apaga según una medida. El cambio, el devenir, está regido por el logos. El logos regula el devenir como una ley inmanente al mundo. El devenir se da según la lucha de los contrarios. La tensión entre los contrarios en lucha genera el movimiento; por eso a la paz sigue la guerra y a ésta nuevamente la paz. Y este movimiento retorna eternamente sobre sí mismo. Al terminar el gran año solar todo vuelve a comenzar y a repetirse ("eterno retorno").

 

 

 

                                                           

 

 

 

 

Parménides

Filósofo griego. Apenas se conocen datos fiables sobre la biografía de Parménides. Su doctrina, todavía objeto de múltiples debates, se ha reconstruido a partir de los escasos fragmentos que se conservan de su única obra, un extenso poema didáctico titulado Sobre la naturaleza.

Partiendo de la identificación del plano lógico con el ontológico, es decir, tras considerar que nada en el mundo puede contradecir lo que es necesario desde el punto de vista del pensamiento, Parménides realiza un análisis del «ser» o «lo ente» que le lleva a negar la pluralidad y el movimiento.

 

Concepciones y estudios

La máxima de Parmenides, el principio de identidad, es "el ser es, el no ser no es". Parmenides creía que el mundo que experimentamos es una ilusión pues el verdadero ser no cambia, no se mueve, es único y eterno.Parménides expone su doctrina, la afirmación del ser y el rechazo del devenir, del cambio. El ser es uno, y la afirmación de la multiplicidad que implica el devenir, y el devenir mismo, no pasan de ser meras ilusiones: “Ver, oír o sentir no producen certezas, sino solo creencias y opiniones”.

 

 

 

 

                                           

 

 

 

 

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